Cuando el agua contiene grandes cantidades de sales y minerales, se le conoce como agua dura. Principalmente son sales de calcio y magnesio, aunque pueden ser carbonatos de calcio u otras concentraciones. Estas concentraciones en la dureza del agua se dan de acuerdo con el terreno geológico de donde se encuentre el agua, por lo que los niveles de dureza en el agua en casa dependerán de la zona en donde se habite.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua dura tiene por cada litro 50 miligramos de magnesio y 100 miligramos de calcio (aunque puede variar). Estos niveles realmente no afectan a la salud de una forma considerable, ya que para alcanzar un consumo dañino de calcio y magnesio habría que tomar más de veinte litros de esta agua en el día (la OMS recomienda beber entre dos y dos y medio litros de agua al día). Sin embargo, también es importante considerar que no es recomendable, de ser posible, dar más minerales al cuerpo de los que requiere, y que no tiene ningún beneficio.

En este sentido, es importante hacer lo posible para quitarle la dureza al agua que se consume, sobre todo si se vive en un lugar en donde llega agua muy dura a casa. El proceso de eliminación de la dureza del agua se le conoce como ablandamiento o suavizado del agua. Para lograrlo, debe utilizarse un descalcificador, el cual puede ser encontrado en algunos filtros de agua. Durante este proceso de purificación del agua lo que realmente ocurre es que, simplificando mucho el proceso, se intercambian los iones de calcio y magnesio por iones sodio o hidrógeno. Los niveles de magnesio y calcio se disminuyen, ablandando o suavizando el agua.

Afectaciones del agua dura en casa

Aunque la OMS no ha concluido alguna afectación a la salud al consumir agua dura, algunos estudios llegaron a una débil relación entre el agua dura y las enfermedades cardiovasculares en algunos hombres. Sin embargo, el problema del agua dura, es que los minerales pueden afectar a las tuberías y en general al sistema hídrico en casa, además de tener un mal sabor y un olor desagradable. Es por estas dos razones que se han buscado cada vez más y mejores procesos de purificación y ablandamiento del agua.

El agua, incluso en su estado más puro, es capaz de erosionar incluso montañas con el paso del tiempo. Al contener altos niveles de calcio y magnesio, se pueden adherir a las tuberías o aparatos electrodomésticos como son la lavadora, lavavajillas, lavabos, calentadores, o incluso en las planchas. Al adherirse en las tuberías, pueden generar menos presión en la salida del agua, o incluso corroerse o taparse.

¿Cómo ablandar el agua?

El agua puede ablandarse hirviendo durante cinco minutos. Este proceso es lento, tedioso, y aunque se genera la ionización y se reducen los niveles de calcio y magnesio, no mejora el sabor y olor del agua. La mejor manera de prevenir estas afectaciones es con un purificador de agua que logre ablandar el agua mientras neutralice los sabores y olores de origen.

El purificador bebbia de ósmosis inversa es el mejor para lograr suavizar el agua y mejorar el sabor y olor del agua dura. Tiene cinco etapas de purificación y es ideal para el proceso de ablandamiento del agua. Un cartucho de polipropileno retiene sedimentos del agua, arenas, insectos, y óxidos de la tubería, para pasar a los cartuchos de carbón activado que retienen sustancias disueltas en el agua, sabores, y olores en el agua. La membrana de ósmosis inversa remueve virus, bacterias, metales pesados, y la concentración de sales del agua. Por último, el cartucho de carbón activado pulidor igualmente mejora el sabor y olor del agua.