Embrapa se destaca en el desarrollo nacional de bioinsumos - A Gazeta News

2022-08-20 08:51:54 By : Ms. Jessie Lei

Radar Agtech Brasil 2020-2021, iniciativa de Embrapa, SP Ventures y Homo Ludens, cuenta con la presencia de 32 startups enfocadas en control biológico y manejo integrado de plagas.El mapeo de startups agrícolas brasileñas incluye empresas enfocadas en la comercialización y desarrollo de tecnologías para combatir plagas, enfermedades, control de poblaciones y optimización del uso de insumos.Para tener una idea de la importancia de estas sustancias, la Cartera de Insumos Biológicos, una de las 34 herramientas de apoyo a la gestión para la organización de proyectos sobre temas estratégicos en Embrapa, suma 96 investigaciones activas sobre control biológico de plagas, promoción de plantas el crecimiento y el desarrollo de fitoquímicos.Entre estos estudios se destaca el uso de baculovirus en el control del gusano cogollero;nanopartículas bioestimulantes para mejorar la utilización del agua y el uso de nutrientes en cultivos como pimientos, tomates y lechugas;bioproducto mandacaru para estrés hídrico en maíz;bioinsecticida para el control de la chicharrita del maíz;fertilizantes de origen forestal y aceite esencial de pimienta de mono en el control de enfermedades de los peces.La lista también incluye el uso de residuos de biocarbón como acondicionador del suelo.Los acondicionadores son sustancias que, cuando se agregan al suelo, ayudan a mejorar sus características químicas, físicas y biológicas, aumentando la capacidad de soporte de las plantas.A continuación, algunos bioinsumos desarrollados por Embrapa, en alianza con universidades y empresas.Baculovirus contra el gusano cogolleroFruto de una alianza público-privada formada entre Embrapa y Promip, el más novedoso bioinsecticida BaculoMip SF, ya disponible en el mercado, tiene alta capacidad de control del gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), es inocuo para el medio ambiente, para otros insectos y para el ser humano salud, ya que no deja residuos en el cultivo.Aprobado para cultivo orgánico, en sinergia con otras tecnologías de control biológico, como la avispa Thrichogramma, BaculoMip SF tiene una alta tasa de mortalidad por gusano cogollero, una de las principales plagas del maíz, que también afecta a la soja, además de más de 100 especies , incluidos los cereales, las verduras y las frutas.Según Fernando Hercos Valicente, investigador de Embrapa Maíz y Sorgo (MG), BaculoMip SF es un insecticida microbiológico compuesto por el virus entomopatógeno Baculovirus spodoptera multiple nucleopolyhedrovirus (SfMNPV).“La alta eficiencia de este baculovirus en el control del gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) se logra cuando el producto está correctamente posicionado en relación a la aparición de la plaga”, explica el especialista, que lideró el desarrollo de BaculoMip en Embrapa.Valicente señala que, tras ingerir el baculovirus, la oruga tarda unos cinco días en morir, sin embargo, a las 48 horas, empieza a comer menos.Una innovación es el hecho de que el baculovirus rompe el tegumento de la oruga, lo que hace que el insecto muerto propague el virus a otros gusanos cogolleros presentes en el campo.“BaculoMip SF es específico para el control del gusano cogollero y no afecta a otros organismos del medio ambiente, como parasitoides, depredadores e insectos benéficos presentes en los cultivos.El mecanismo de acción de BaculoMip SF le da la posibilidad de ser utilizado en sistemas de cultivo orgánicos y convencionales.Este mecanismo de acción también le da al producto la posibilidad de ser utilizado en el manejo de la resistencia a insecticidas y en el manejo de la resistencia de orugas en cultivos Bt de uso comercial”, resume el investigador.El especialista de Embrapa explica que el manejo biológico de plagas es una práctica que posibilita mantener la sustentabilidad de los cultivos y del medio ambiente.Según él, esta plaga tiene una gran adaptabilidad en los cultivos.“El gusano cogollero es la principal plaga del maíz, tanto en la cosecha como fuera de temporada, y puede reducir la producción de grano hasta en un 60%.La investigación trabaja para mitigar parte del daño”, enfatiza Valicente.El director general de Promimp, Marcelo Polletti, destaca que este lanzamiento es un hito histórico para la empresa, que lleva 15 años en el mercado de insumos biológicos y representa una evolución en el control del gusano cogollero.“El BaculoMip aparece en este mercado como una gran oportunidad para el productor y debe insertarse dentro de programas de manejo integrado de Spodoptera frugiperda.El gran diferencial de este lanzamiento es la integración de BaculoMip con TrichoMip (Trichogramma pretiosum)”.Según Polletti, la combinación de BaculoMip -que ataca a las orugas- con TrichoMip -que ataca a los huevos de la misma plaga- potencia el manejo de diferentes poblaciones de la plaga, que han adquirido resistencia a los principios activos de los plaguicidas químicos, en varias regiones productoras del país. .“TrichoMip utiliza la avispa Trichogramma pretiosum, que impide la eclosión de los huevos de Spodoptera frugiperda (acción ovicida)”.Denominado Spodovir, y desarrollado por Embrapa y la empresa suiza Andermatt Biocontrol, este es otro producto biológico capaz de causar la muerte del 100% de la población del gusano cogollero (Spodoptera frugiperda).“El biodefensivo tiene en su composición un virus que infecta a la plaga sin representar riesgos para la salud humana o el medio ambiente.Eso porque su base es un baculovirus, un tipo de virus que solo causa la muerte de insectos y no daña microorganismos, plantas, mamíferos y vertebrados”, destaca el investigador de Embrapa Milho e Sorghum, Fernando Hercos Valicente, desarrollador y responsable de la tecnología en la Compañía.“Spodovir será el primer lanzamiento mundial de un producto biológico con tecnología estatal, ya que se trata de una sociedad con una empresa privada con red de operaciones en varios países”, informa el investigador.El producto fue registrado en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa) para el control del gusano cogollero, Spodoptera frugiperda, principal plaga del maíz, capaz de reducir en más del 50% la producción de este cultivo, pudiendo ser utilizado en diversos cultivos, como soja, sorgo, algodón, arroz, pastos y hortalizas.Según el científico de Embrapa, la gran ventaja de este producto biológico, también llamado biodefensivo, “es que no afecta el medio ambiente, no intoxica a los aplicadores, no mata a los enemigos naturales de las plagas (insectos benéficos), no contamina los ríos y brota y no deja residuos en los alimentos para ser vendidos en los supermercados, contribuyendo así a una mejor sustentabilidad y calidad superior del producto a disposición de los consumidores”, enfatiza.Señala que los plaguicidas a base de baculovirus funcionan mejor cuando las orugas son pequeñas, desde recién nacidas hasta un máximo de un centímetro de longitud, en el caso del gusano cogollero.“El posicionamiento de Spodovir en campo es fundamental para provocar la mortalidad deseada y depende de la región y del inicio del ataque de la plaga”, pondera el especialista, destacando que el 100% de eficacia del producto, obtenido en experimentos, también fue el resultado de la correcta aplicación de la misma.Valicente enfatiza que Spodovir, que viene en una formulación de polvo humectable, con una recomendación de 50 gramos por hectárea, necesita ser ingerido por los insectos para que haga efecto, por vía oral.“Entonces, la fumigación debe respetar ese factor (la ingesta por parte del insecto) y la operación debe estar bien hecha.Los baculovirus no tienen acción de contacto.Se pueden realizar aplicaciones a UBV (volumen ultrabajo) siempre que se utilice el equipo adecuado.Se iniciarán pruebas para fumigaciones con drones sobre soja y algodón”, anuncia la investigadora.Explica que el producto debe aplicarse, cuando sea posible, después de las 4 de la tarde, horario de menor incidencia de los rayos ultravioleta (UV), que desactivan las partículas virales en el campo.“Otra razón es que el gusano cogollero tiene un hábito nocturno, iniciando su alimentación al comienzo de la noche”.“Si la fumigación se hace a última hora de la tarde, no habrá desactivación de las partículas virales (no hay radiación ultravioleta) y habrá consumo del baculovirus que fumigaron en la plantación, a través del raspado de las hojas por parte del orugas, provocando la muerte de estos insectos.”, explica el especialista de Embrapa, subrayando que “la aplicación debe ajustarse a las necesidades y tamaño del cultivo y de acuerdo con la logística de la propiedad”.Nanoproducto en nutrición vegetalLas nanopartículas bioestimulantes -obtenidas mediante un proceso de modificación térmica del carbón- mejoran el rendimiento de cultivos como pimiento, tomate y lechuga, esta última en sistema hidropónico.“Los bioestimulantes son productos a base de sustancias naturales o microorganismos que mejoran la eficiencia nutricional, las respuestas a estreses abióticos, la productividad y la calidad de los cultivos, que no dependen del nutriente contenido”, explica Juscimar da Silva, investigador del área de Suelos y Nutrición Vegetal. en Embrapa.Según él, esa fue la conclusión de una investigación multidisciplinaria realizada por investigadores de Embrapa Hortalizas (DF), estudiantes y profesores de la Universidad de Brasilia (UnB), que culminó con el desarrollo de Krill A32, un nanoproducto que aumenta la tasa de la fotosíntesis y mejora el aprovechamiento del agua y el aprovechamiento de los nutrientes por parte de la planta.“Krill A32 es un biofertilizante que tiene efectos nutricionales y fisiológicos favorables, además de ser metabolizado por la planta, o sea, no está sujeto a acumulación”, informa el especialista de Embrapa.Según Silva, el producto actúa como fertilizante, ofreciendo macro y micronutrientes como nitrógeno, fósforo, potasio, hierro y zinc.“Al tratarse de una nanopartícula que contiene grupos funcionales (cargas eléctricas superficiales), es posible incorporar a su matriz elementos químicos de importancia nutricional, que serán transportados a la planta”, enfatiza.“Esto permite avanzar en estudios de biofortificación de legumbres (legumbres secas), enriqueciendo el producto con minerales para la nutrición vegetal que puedan ser utilizados por los consumidores”.El trabajo con el Krill A32 comenzó en 2016, en el Instituto de Química de la UnB.Los campos experimentales de Embrapa Hortalizas fueron utilizados para pruebas iniciales con plantas de tomate, pimiento y lechuga, y luego se ampliaron con experimentos en Macaé (RJ), realizados por el profesor Daniel Zandonadi, de la Universidad Federal de Rio de Janeiro.“El producto, compuesto por nanopartículas carbonosas, que contienen grupos funcionales que actúan como portadores de nutrientes para las plantas, tuvo comprobada su eficacia para estos tres cultivos en pruebas agronómicas”, dice Silva.El investigador cita la ventaja de la forma en polvo del producto, ya que puede ser utilizado en pequeñas cantidades, lo que facilita el manejo y transporte.“Además, cuando se expone a la luz ultravioleta, la nanopartícula emite una luz azul o roja, que indica si el producto se ha aplicado o no, es decir, también sirve como un biomarcador fácil de rastrear”, enfatiza Silva.Creación de una startupLa alianza entre las dos instituciones dio un nuevo impulso al trabajo con nanomateriales carbonosos desarrollado por el grupo de la UnB.“La investigación avanzó con los resultados de los primeros experimentos y culminó con la creación de la startup Krilltech, para gestionar el escalamiento”, dice Rodrigues.“Estamos hablando con representantes de empresas agrícolas para llevar esta tecnología al mercado”.Biocarbón de los residuos al sueloInvestigaciones realizadas por Embrapa Agrossilvipastoril (MT) están probando el uso de biocarbón, o biocarbón, a base de aserrín, restos vegetales, desechos de gallinas y desechos urbanos, como acondicionador de suelos, transformando un pasivo ambiental en un insumo benéfico para la producción de madera y alimento.El estudio comenzó en 2012 y tiene como objetivo probar la eficacia del producto en el cultivo de plantas en viveros forestales y en el campo.“Los acondicionadores son sustancias que, cuando se agregan al suelo, ayudan a mejorar sus características químicas, físicas y biológicas, aumentando la capacidad de soporte de las plantas”, explica la investigadora de Embrapa, Fabiana Rezende.Ella señala que el biocarbón se puede obtener de diferentes materias primas, incluidos los residuos de las agroindustrias, los restaurantes e incluso los lodos del tratamiento de aguas residuales.“En el caso de la investigación realizada por Embrapa, en Sinop (MT), el foco está en el aprovechamiento del aserrín, producto abundante en el norte de Mato Grosso como residuo de la industria maderera”, destaca.“El biocarbón obtenido de la quema controlada, o pirólisis, de diferentes compuestos, de origen animal o vegetal, contribuye al aumento de materia orgánica en el suelo.Permanece en el suelo por largo tiempo, favoreciendo su uso en plantaciones forestales”, refuerza el investigador de Embrapa.También destaca que el biocarbón tiene un efecto beneficioso y duradero.“El carbón es carbono que no se pierde fácilmente.Una mierda, si no sigues reemplazándolo, se va en diez años.El biocarbón, en cambio, se mantiene por mucho más tiempo”, enfatiza el especialista.En la primera etapa de las pruebas, se utilizó biocarbón de aserrín en diferentes cantidades en un vivero para plántulas de madera de balsa, eucalipto, teca y también maracuyá.“Las evaluaciones de desarrollo de plantas, calidad de plántulas y cantidad de materia seca mostraron que el uso de biocarbón activado, junto con sustrato comercial, presentó mejor desempeño en comparación con el cultivado solo en sustrato comercial.Como resultado, se obtuvieron plántulas de mayor tamaño, con mayor capacidad de supervivencia a la siembra en campo y con mejores condiciones iniciales de crecimiento”, revela Fabiana Rezende.También informa que “en la evaluación económica de cada formulación, la mejor alternativa económica en la producción de plántulas fue el biocarbón activado, a base de una parte de biocarbón, por tres partes de sustrato comercial”.Según el investigador de Embrapa, después de las pruebas en vivero, las plántulas de eucalipto y teca fueron llevadas al campo para comparar plantas que no recibieron biocarbón con aquellas que obtuvieron diferentes dosis de carbón activado y no activado en el surco de siembra.“Utilizamos unas 30 toneladas de carbón no activado por hectárea y 8 toneladas de carbón activado, que ya es reactivo.Pero el biocarbón, sin activación, se activará con el tiempo.Queremos ver si vale la pena usar el activado, que es más caro”, pondera el especialista.Según ella, las evaluaciones parciales mostraron que la respuesta de las plantas al biocarbón activado fue mejor, “sin embargo, el contenido de carbono en el suelo es mayor donde se utilizó carbón no activado, agrega”.Trabalho iniciado recentemente, em parceria com Coopernova, do Estado, está avaliando o uso da mistura de biocarvão com compostagem à base de silagem velha de milho, esterco bovino, casca de arroz e cascas de frutas e vegetais descartadas por restaurantes, para a produção de maracuyá.Según Fabiana, la composta se aplicó, sola, en la siembra de las plántulas y, también, mezclada con distintos tipos de biocarbón, entre ellos, el de origen animal, elaborado a partir de la quema de desechos de pollo, y el de origen vegetal, proveniente de la pirólisis. de cascarilla de arroz a diferentes temperaturas (400º C y 600º C).“Este trabajo evaluará aspectos productivos, sanitarios y económicos de la producción de maracuyá según el acondicionador de suelo utilizado”.La rizobacteria Bacillus aryabhattai, que se encuentra en la rizosfera (región donde el suelo y las raíces de las plantas entran en contacto) del mandacaru (Cereus jamacaru), un cactus importante en la región de Caatinga, es la base de un nuevo bioinsumo que aumenta la capacidad de adaptación de plantas cultivos de maíz ante estrés hídrico.El producto fue bautizado con el nombre comercial de Auras y promueve el crecimiento del cultivo, incluso en condiciones de sequía.La investigación sobre este cactus de la región de la caatinga comenzó en 2009 y es el resultado de una asociación entre Embrapa Meio Ambiente (SP) y NOOA Ciencia y Tecnología Agrícola, de Minas Gerais.“Auras es el primer producto comercial capaz de mitigar los efectos causados ​​por el estrés hídrico en las plantas y no tiene competidores registrados en el Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (Mapa)”, dice el investigador de Embrapa Itamar Soares de Melo, quien desarrolló la investigación con las rizobacterias que dieron origen al bioactivo.Él dice que las bacterias tolerantes a la sequía, al colonizar el sistema de raíces de las plantas bajo estrés abiótico, producen sustancias que hidratan las raíces, llamadas exopolisacáridos.Para que los microorganismos lleguen a las plantas se realiza un sencillo procedimiento en el momento de la siembra: las bacterias se mezclan con las semillas, en el momento de la siembra, en una suspensión líquida, que puede ser agua.La tecnología fue desarrollada por Embrapa y será producida y distribuida por NOOA.El enfoque inicial estará en el maíz.“La estimación es que Auras salvará de la sequía de seis a ocho sacos de maíz por hectárea, en promedio, a un costo de alrededor de medio saco de maíz por hectárea”, calcula el especialista.La intención es ampliar el uso del producto a otros cultivos, como la soja y el trigo.NOOA prevé que la nueva tecnología se utilice en el 1% del área sembrada de maíz en el país durante el primer año.“La expectativa es llegar al 10% del área en cinco años”, proyecta el presidente de la empresa, Claudio Nasser.Colección de microorganismosEl trabajo sobre biodiversidad y bioprospección de microorganismos en la Caatinga dio origen a la primera Colección de Microorganismos de Importancia Agrícola y Ambiental, lanzada en 2013, con el apoyo de la Fundação de Amparo à Pesquisa del estado de São Paulo (Fapesp).En total, hubo alrededor de 20 mil aislados de hongos, bacterias, levaduras, arqueas y actinobacterias.Se recolectaron muestras a lo largo de la Caatinga, en cinco estados: Bahia, Ceará, Piauí, Paraíba y Rio Grande do Norte.Los investigadores se dieron cuenta de que el período de muestreo, lluvioso o seco, era el principal factor de cambio en la estructura de las comunidades bacterianas, lo que permitió identificar los posibles microorganismos responsables de la resiliencia al estrés hídrico.Una investigación sin precedentes, a partir de la fermentación líquida del hongo Metarhizium robertsii, que da como resultado unas levaduras denominadas blastosporas, culminó con el desarrollo de un bioinsecticida natural para el control de la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), vector de graves enfermedades que pueden provocar la pérdida de hasta 90% de la producción de cereales.El trabajo realizado por científicos de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz, la Universidad de São Paulo (Esalq-USP), Embrapa Meio Ambiente (SP) y la Universidad de Copenhague (KU), Dinamarca, allana el camino para el desarrollo de un bioproducto comercial que puede ser utilizado en la agricultura.Según los investigadores, las células de blastosporas se pueden diluir y transportar con agua, son tolerantes a la desecación y controlan a los adultos de cicadélidos después de la fumigación.Como germinan rápidamente, infectan al insecto a través de la cutícula, matándolo en pocos días.Bajo costo y buena eficiencia.“La producción de hongos biocontroladores de plagas es de bajo costo, eficiente y produce gran cantidad de blastosporas en dos días de cultivo”, destaca Gabriel Mascarin, analista de Embrapa.“También podemos manipular las condiciones nutricionales del medio de cultivo del hongo para obtener blastosporas más tolerantes a estreses abióticos, como la desecación, la radiación ultravioleta y las altas temperaturas”, informa Mascarin, y agrega que, una de las formulaciones desarrolladas en la investigación, un polvo humectable, “facilita mucho la aplicación del producto por pulverizadores convencionales”.“Los requisitos nutricionales son requisitos del hongo para producir un determinado tipo de célula o biomasa.Nuestro principal interés era la producción de blastosporas, que son morfológicamente similares a las células de levadura”, explica la investigadora Natasha Iwanicki, de la unidad de Biocontroladores de Plagas Agrícolas de la Empresa Brasileña de Investigación e Innovación Industrial (Embrapii), de la Esalq-USP.El método ya ha sido validado en pruebas de laboratorio y está pendiente de investigación a escala piloto para su validación a escala industrial.Embrapa y Embrapii/Esalq buscan socios para completar la investigación.Usar junto con MIPSegún Mascarin, el bioinsecticida debe usarse en conjunto con otras prácticas de un programa de manejo integrado de plagas (MIP) de maíz, que tenga en cuenta otras medidas de control, como variedades resistentes, insecticidas químicos selectivos, enemigos naturales como parasitoides y depredadores. , uso de feromonas, prácticas culturales y otros.El objetivo del MIP es evitar que la plaga alcance el nivel de daño económico en el cultivo de maíz mediante el uso integrado, o combinado, de varias medidas de control capaces de mantener la población de la plaga en un nivel tolerable y sin perjuicio para el productor.La nanotecnología es aliada de Embrapa Florestas en la investigación para el desarrollo de fertilizantes de liberación lenta, tecnología que contribuye para una mejor incorporación de esos productos al suelo, evitando desperdicios y reduciendo costos de producción.Este es el lema de un proyecto realizado en sociedad con Polli Fertilizantes Especiais, en busca de un recubrimiento con polímero biodegradable utilizando nanopartículas para recubrimiento, protección y liberación gradual.El proyecto involucra celulosa de eucalipto, sulfato de calcio, carbonato de calcio y alginato.“Los resultados de la investigación a escala de laboratorio son prometedores.Ahora, vamos a probar formulaciones, llevarlas al campo, en diferentes cultivos agrícolas y forestales, además de analizar su viabilidad económica”, revela el investigador Washington Magalhães, de Embrapa Florestas.Más beneficios que el fertilizante convencional“En comparación con el convencional, el producto tiene mejor solubilidad y facilidad de movimiento, en la profundidad del suelo, para llegar a las diferentes regiones del sistema radicular”, informa Thais Ramari, de Polli Fertilizantes Especiais.“A partir de la agregación de nanopartículas con la metodología que estudiará Embrapa Florestas, pretendemos mejorar la acción y brindar beneficios que el fertilizante convencional no presenta”.Según Francine Ceccon Claro, quien realizará la investigación como parte de su posdoctorado, el polímero puede proteger el potasio contra pérdidas por lixiviación, o nitrógeno, y contra pérdidas por volatilización.“Esto le da sustentabilidad al sistema”, explica y agrega que la idea es trabajar con materias primas biodegradables, lo que hace que el producto sea más compatible con sistemas agrosostenibles.El proyecto forma parte de la investigación de Embrapa Florestas sobre el concepto de biorrefinería, utilizando materias primas de origen forestal.“Las plantaciones forestales pueden ser fuente de innumerables productos y servicios, además de papel y muebles, e incluyen productos con el concepto de química verde, con materias primas renovables y sustentables”, enfatiza la especialista.Pimienta de mono: para las enfermedades de los pecesEl aceite esencial de ají macaco (Piper aduncum), planta originaria de la Amazonía, tiene una efectividad del 76% en el control de parásitos monogenéticos en el pez arapaima (Arapaima gigas), según una encuesta que evaluó el aceite como sustituto de algunos medicamentos veterinarios. drogasEl trabajo fue desarrollado por científicos de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp), Embrapa Meio Ambiente (SP) y Embrapa Amazônia Ocidental (AM), en el ámbito del proyecto BRS Aqua.Los investigadores también determinaron parámetros seguros para que su uso no comprometa a otros organismos acuáticos.El aceite esencial de Piper aduncum demostró ser eficiente y seguro en el control de Hysterothylacium sp., un endoparásito responsable de importantes pérdidas económicas en la creación de varias especies de peces, entre ellas el arapaima, según estudios de Embrapa Amazônia Ocidental.“Las aplicaciones se hacen por baños –para evaluar la actividad anestésica y controlar algunos parásitos– o por vía oral, en la dieta de los peces, como inmunoestimulante y en desafíos con bacterias”, explica la investigadora de Embrapa, Edsandra Chagas.“Nuestro equipo ha tenido buenas respuestas en cuanto a actividad anestésica y antibacteriana in vitro y en el control de endo y ectoparásitos, como monogéneos y acantocéfalos”, dice Chagas.Agrega que, para que se adopte en la piscicultura, serán necesarios estudios de validación en campo, que aún no están planificados”.Para Patrícia Miura, de la Unicamp, el trabajo allana el camino para el uso de productos naturales para el control de bacterias y larvas de nematodos en la piscicultura.“Estos organismos causan pérdidas importantes en la acuicultura, y su control también se puede hacer con otros aceites esenciales que también demostraron eficacia comprobada en las pruebas”, cree el científico.Según Miura, los aceites esenciales se han utilizado en la prevención y el tratamiento de enfermedades en la acuicultura, causando menos efectos ambientales adversos que los medicamentos veterinarios.“Actúan como sedante, anestésico, antimicrobiano, antiparasitario, inmunoestimulante y antiestrés”, revela.“Además, tienen actividades insecticidas, molusquicidas y citotóxicas, posiblemente asociadas a su composición química.Es rico en dilapiol, sustancia a la que se atribuye parte de sus efectos antiinfecciosos y antiparasitarios”, detalla el investigador de Embrapa Claudio Jonsson.Fuente: Fuentes: Embrapa Maíz y Sorgo, Embrapa Hortalizas, Embrapa Agrosilvipastoril, Embrapa Medio Ambiente, Embrapa Bosques, Embrapa Semiárido y Embrapa AgroenergíaFuente: Centro de Inteligencia Orgánica