Llega el verano y nos acordamos aún más de las piscinas, aunque son muchos los gijoneses que las disfrutan durante todo el año. El Patronato Deportivo Municipal gestiona seis de estas instalaciones, a las que hay que sumar otras existentes en la ciudad, como las del Club Natahoyo o el Grupo.
Una cantidad que nada tiene que envidiar, proporcionalmente, a grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Y una muestra más de que en esta ciudad lo del deporte es un gusanillo contagioso. Con ello en mente, el Patronato ha comenzado a desarrollar una serie de acciones para renovar las instalaciones, haciéndolas más sostenibles y eficientes.
Es el caso de la piscina de El Llano, la más antigua entre las de gestión municipal (data de 1991) y la primera que se ha actualizado. La que fuera la gran piscina pública municipal de la ciudad, construida en un principio como centro de alto rendimiento para el Consejo Superior de Deportes (CSD), pasó pronto a ser gestionada desde el Ayuntamiento y lleva, desde entonces, ofreciendo servicio ininterrumpidamente a los nadadores y nadadoras gijoneses. Ahora, el Patronato ha invertido 250.000 euros, entre otros, en la mejora de su sistema de filtración, convirtiéndola en una piscina más sostenible.
“Cambiamos el material filtrante que se usa tradicionalmente, que es la arena, por vidrio reciclado. Eso nos permite ahorrar un 35-40% de agua, y hablamos de una piscina con un millón de litros. Pero además también se consigue ahorrar gas al no tener que calentar ese agua, y también luz (un 25-30%) gracias a que las bombas que se instalaron pueden trabajar a diferentes velocidades durante el día y la noche, lo que permite ahorrar una cifra considerable de Kw”, explicaba en una entrevista reciente Salvador Gómez, encargado general de Instalaciones del Patronato. Datos que vienen a confirmar e incluso superan las previsiones iniciales planteadas por la corporación.
Así, se han sustituido los filtros de arena, las bombas de filtración, lavado y adaptación de la instalación eléctrica, se ha creado un nuevo depósito de compensación para la piscina infantil, se ha adecuado la instalación de fontanería y se han llevado a cabo otras obras complementarias. Todo ello ha ayudado tanto a reducir los costes de su mantenimiento (ahorrando agua y electricidad) como a adaptarse a la nueva ola de sostenibilidad que permite crear instalaciones más eficientes. De esta manera, la idea del Patronato, señalaba Gómez en entrevista, es avanzar hacia estas instalaciones cada vez más sostenibles y que estas mejoras, que pretenden ser solo las primeras, puedan implementarse también en las otras cinco piscinas de la ciudad.
Sin olvidar que, para ello, 120 personas del Patronato -que cuenta con un presupuesto estimado de 14 millones de euros- (entre ellos 36 oficiales y técnicos de mantenimiento y 72 personas de una empresa de servicio que realiza las funciones de apoyo) velan día a día por el correcto funcionamiento de las instalaciones deportivas de Gijón.
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