Agua desalada del Mediterráneo, ¿un antídoto para sortear la sequía?

2022-09-24 10:58:31 By : Mr. jerry zhao

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«A causa de la actual sequía, tenemos un problema de abastecimiento de agua». Esta frase encabezaba el bando municipal de Campelles (Girona) del pasado 11 de febrero de 2022. Frase que se ha repetido en varios municipios de la Península Ibérica y mucho antes de la llegada del verano. «Las cantidades acumuladas de precipitaciones se encuentran por debajo de sus valores normales en gran parte de la Península junto con el archipiélago canario», confirma la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en su Resumen de la evolución de las precipitaciones en España.

«La situación es muy preocupante », apunta Joaquín Melgarejo, director del Instituto del Agua y Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante. «22 millones de españoles, la mitad de la población, vive en zonas donde el consumo de agua supera la disponibilidad», alertaba Pedro Sánchez , presidente del Gobierno, en el Día Mundial de la lucha contra la desertificación y la sequía.

La Península Ibérica es una de las zonas de Europa con un «importante estrés hídrico», revelan la Agencia Europea del Medioambiente. Esta alerta se refleja en las reservas hídricas del país como los embalses de las cuencas del Guadiana, Guadalquivir y Guadalete-Barbate que están al 30% de su capacidad.

«Un metro cúbico de agua desalinizada, sin contar los costes de amortización, sale a 60 céntimos de euro»

director del Instituto del Agua y Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante

Más preocupante es la situación al sur del Mediterráneo, Melilla vio cómo el pasado 14 y 15 de junio el agua dejó de salir de sus grifos. El embalse más cercano a la ciudad autónoma, el de Adelfas, está al 15% y los melillenses 'beben' del Mediterráneo gracias a una desaladora que paró estos días para seguir su proceso de ampliación.

Un futuro al norte de África que puede ser el de la Península Ibérica. En la actualidad, en España hay instaladas un total de 765 plantas desaladoras con producciones superiores a los 100 m³/día. De ellas, 360 son desaladoras de agua de mar y 405 de agua salobre. De hecho, la Península Ibérica cuenta con la mayor instalación del Viejo Continente situada en Torrevieja y «que se va a ampliar a 120», cuenta Melgarejo.

Mares y océanos son fuentes inagotables de recursos y aglutinan cerca del 97% del agua de todo el planeta. Una disponibilidad que permite que si llueve o falta agua en los embalses sirva como seguro.

La necesidad del líquido elemento en la sociedad cada vez es mayor a medida que su disponibilidad, sobre todo la apta para el consumo, disminuye. En España, la desalación consigue producir cinco millones de metros cúbicos y se espera que la cifra crezca. Sin embargo, son números lejanos con los de Oriente Medio o Estados Unidos.

En España, la desalación consigue producir cinco millones de metros cúbicos y se espera que la cifra crezca

Muchos agricultores del levante español y también de las Islas Canarias hacen uso de esta agua desalinizada para sus cultivos, aunque no siempre es rentable. «Un metro cúbico de agua desalinizada, sin contar los costes de amortización, sale a 60 céntimos de euro», añade. Unos cálculos que, según el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo Segura, se disparará ya que a final de año podría llegar a los dos euros el metro cúbico. «El coste del agua del Tajo-Segura, por ejemplo, es menor», asegura Melgarejo.

Sin embargo, la hoja de ruta del ministerio de Teresa Ribera no parece pasar por este canal, dado que los planes que están sobre la mesa suponen una pérdida de 105 hectómetros anuales para el Segura. «Es garantizar la continuidad de una infraestructura esencial como el Acueducto Tajo-Segura, conciliando de manera sostenible y equilibrada las demandas de la cuenca cedente y las receptoras, en cumplimiento de las sentencias que obligan al Gobierno a establecer un caudal ecológico en la cabecera del Tajo», donde los embalses están por debajo del 50% y el estado del río es «alarmante», según la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss.

Actualmente, el consumo energético es el principal culpable de disparar la factura del metro cúbico de agua desalada. «Energía y agua es un binomio indisoluble en esta ecuación», explica Melgarejo. No obstante, en los últimos años, la tecnología ha ajustado los márgenes.

Según datos de la Asociación española de desalación y reutilización (AEDyR), el consumo energético de una planta desaladora de agua de mar por ósmosis inversa es de alrededor de 3 kWh/m3, mientras que en las primeras plantas de evaporación era de más de 50 kWh/m3.

La llegada de la ósmosis inversa ha permitido hacer más eficiente todo el proceso al pasar el agua a través de una serie de membranas, aplicando medios de presión mecánica que contrarrestan a la presión osmótica natural, de manera tal que el agua se transfiere desde la zona con mayor concentración de sales a la de menor concentración, purificándose durante el proceso.

Entrada de agua de mar

El objetivo es eliminar los elementos que puedan afectar al funcionamiento de las membranas de ósmosis inversa

La desalinización del agua de mar se consigue usando una membrana de ósmosis inversa

Es permeable al paso del agua, pero no a las sales

La salmuera vuelve al mar, respetando el medio ambiente

El agua desalinizada se almacena en depósitos y se mineraliza para su distribución

GRÁFICO s. i. belled

El proceso de desalinización de agua

Entrada de agua de mar

El objetivo es eliminar los elementos que puedan afectar al funcionamiento de las membranas de ósmosis inversa

La desalinización del agua de mar se consigue usando una membrana de ósmosis inversa

Es permeable al paso del agua, pero no a las sales

La salmuera vuelve al mar, respetando el medio ambiente

El agua desalinizada se almacena en depósitos y se mineraliza para su distribución

GRÁFICO s. i. belled

«El consumo energético es un hándicap», denuncia Melgarejo. «Tiene fácil solución», contrapone Francisco Guzmán, director del Instituto andaluz de domótica y eficiencia energética de la Universidad de Málaga. La apuesta andaluza combina fotovoltaica y planta desaladora bautizada como Agua+S. «Esto permite la producción de 20 hectómetros cúbicos anuales», asegura. «Pero que se pueden aumentar, porque es un proyecto modular», apunta.

Una propuesta innovadora que necesita de un embalse cerca de la costa y una red de estaciones de bombeo encargada de impulsar el agua desalada a través del curso de un río. «Todo ello estará alimentado por un parque fotovoltáico flotante en el embalse», destaca. «Además, la placa sobre agua rinde más que en tierra, porque no se sobrecalienta ni tampoco coge polvo», apostilla Guzmán.

De momento, esta solución aún está guardada en los cajones. «Los políticos tienen que dar un pasito», asegura el director malagueño. «Hemos convencido a la empresa privada y hemos conseguido el dinero», advierte. «Solo quedan las licencias».

En 2019, científicos de la Universidad de Naciones Unidas estimaban en casi 16.000 el número de plantas desaladoras en marcha. Más de la mitad de ellas destinadas al uso humano directo y casi el 70% producida por ósmosis inversa.

Las desaladoras generan 141,5 millones de metros cúbicos de salmuera

La investigación publicada en la revista Science of the Total Environment apuntaba a que las desaladoras generan 141,5 millones de metros cúbicos de salmuera, el agua desechada tras pasar por la planta que no es apta para el consumo debido a una gran concentración de sales. «Es un 50% más de lo estimado», apuntan los expertos en el estudio.

Así que para producir un litro de agua potable, hay que generar 1,5 litros de salmuera. Un sobrante que es devuelto al mar, «monitorizamos para que no tenga efectos negativos en la posidonia del Mediterráneo», comenta Melgarejo.

En el caso malagueño, Guzmán advierte que este problema se reduce «incentivando económicamente», explica. Su proyecto daría una segunda vida con la creación de una industria paralela para la creación de hidrógeno, sal, cloro y otros derivados químicos.

Un trabajo que viaja en la misma línea que SEA4VALUE, coordinado por Eurecat, el centro tecnológico de Cataluña, y que tiene como objetivo de desarrollar un nuevo proceso de minería de salmueras modular y multimineral, para la recuperación de metales y minerales de alto valor a partir de salmueras generadas en plantas de desalinización de agua de mar.

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